Una niña de trece años, una de la madrugada, batiendo a mano, metiendo bulla a sus padres que se debían levantar temprano para ir a trabajar, pero que siempre la apoyaron; es su primera torta, llena de amor, artesanal…. así nace el alma de Paraíso de Tentaciones. Veinte años después la niña que ya es esposa y madre, aún hace sus tortas en su casa, pero el espacio es reducido, al igual que el tiempo. Entonces decide dar el paso gigante de emprender y en los siguientes siete años adquiere un local que se moderniza, aumenta su equipo de trabajo, su maquinaria es moderna, su atención cálida. Sus productos, exquisitos.

Porque a pesar de todo ese camino recorrido en esos años de esfuerzo, perseverancia, innovación y trabajo, aun se puede ver esa niña de trece años con el corazón pleno de amor haciendo su primera torta a la una de la madrugada